Dicen que un narciso solo puede enamorarse de su propio reflejo, pero… ¿Qué pasa cuando intenta verse reflejado en un espejo y éste se niega, mostrándole otra imagen? Supongo que así empieza la historia que te voy a contar… Había una vez, un espejo muy especial, podía mostrar cualquier cosa que le pidieras con detalles muy concretos. Su vida cambió cuando un narciso se coló en su existencia. El espejo pensaba: «como el narciso vea su propio reflejo, o se pasará la vida contemplándome o me destruirá y no porque me ame o me odie, porque solo necesita reconocerse. Yo no necesito ser contemplado por nadie». El narciso continuamente le decía:
—Espejo mágico, muéstrame mi reflejo.
—No puedo.
—¿Por qué?
—No lo sé.
El espejo no hacia más que mostrarle cualquier reflejo menos el suyo y esto permitía que el narciso en ciertas ocasiones, se marchara buscándolo en otros espejos en los cuáles se veía embellecido pero sin detalles. Por alguna razón el narciso no se conformaba con los otros reflejos, siempre volvía a preguntarle lo mismo. Quizás no entendía por qué rechazaba reflejarlo. Tras muchas resistencias, el espejo no podía más custodiar su imagen, le dolía tanto luchar y resistirse que al final, tuvo que aceptar que ese reflejo, también formaba parte de su interior igual que todos los demás. Así pues, trazó un plan. Le mostraría su reflejo peculiar y se marcharía… pues no hay noche más oscura para el alma de una persona que la de ver su reflejo sin filtros ni máscaras con todas las heridas que no ha sanado. Sin embargo, el espejo sabía que era necesario para trascender.
Así acaba la historia, un espejo que le mostró su reflejo al narciso marchándose lejos de ser contemplado y un narciso que buscó a ese espejo sin éxito. Era una gran lección para ambos. Nada era casual. Pues el espejo debía aprender a dejar de negar lo que rechazaba o lo que no quería integrar (como trampolín y no como piedra) y el narciso por su parte, debía aprender a amarse sin necesidad de reconocimiento ni espejos.
A veces, rendirse, puede ser la batalla mejor ganada de toda una existencia o revelar lo velado, pueda ser la única oportunidad para transformarse y soltar.
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(L)