O al revés, cuando hay algo que conecta mucho contigo. Esa extraña sensación de ver una pieza que no encaja, que no es real y de saber que hay algo detrás que lo sostiene. Es mortal. Supongo que es rentable fijarse en el titiritero y no en el títere. A bien y a mal, ayuda a sortear trampas o a elegir el buen camino. Reconocer algo que no cuadra es como si de normal ves una máscara blanca y de pronto (sin venir a cuento), se ha vuelto roja. Hay algo que la ha modificado. ¿Cuál es el detonante? Tienes la confirmación cuando te acercas a la verdad y surge la distracción a detenerte para impedir que llegues.
No somos conscientes de lo importante que es escucharla. A buenas se convierte en corazonadas o pálpitos para guiarme a lo bueno y a malas, es una sensación de extrañeza que me saca airosa de lugares o personas que no son trigo limpio.
¿Eres de las personas que la escuchan o la obvian?