Adoro ver le felicidad en el arco de algunos ojos. Irradian tal grado de amor que alumbrarían una fábrica de bombillas. No hay nada más bello que observar eso en personas que amas, porque conecta con tu lado más tierno y déjame decirte que, no tiene precio. Es importante elegir bien a esas personas, pues no todas son elegidas, hay unas que las vida te las trae de serie y otras que pasan casualmente en un momento dado. Disfrútalas porque valen la pena.
Me maravillo cuando observo esas miradas llenas de electricidad en relaciones ya no solo de pareja, sino de personas y sus mascotas, de hermanos, de amigos, de madres e hijos… Son conexiones que no se pueden apagar ni aunque le quites el cristal de la bombilla.
Hoy, mis respetos por esas personas y esas bonitas formas de alumbrar un corazón.