La falta de fe ajena no es un problema, dice mucho más del otro que de uno/a mismo/a. Pero sí es un pilar fundamental la confianza en cada uno de nuestros pasos y en la vida. ¿Qué hay entre un deseo que tienes y llegar a él? El puente del tiempo. ¿Qué hay entre el deseo de ser madre y tenerlo? Tiempo de embarazo y tiempo de parto. ¿Y entre ese puente de tiempos? Muchos retos: ya sea esperar, resolver imprevistos, sacar herramientas, trabajar emociones… De la noche a la mañana no llegan las cosas por arte de magia. No es suerte, se trabaja.
Dice mucho de aquel/aquella que está dispuesto a conseguir un deseo o sueño porque es consciente de que tiene el valor y los recursos necesarios para sacar soluciones a porrillo. Siempre hay un reto: tener claro lo que quieres al 100%, ver lo bueno de esas situaciones, disfrutar del presente, mantener la voluntad, sacar habilidades, concentrarse, aprender a gestionar, sacar la carta de los recursos varios…
Uno de mis grandes pecados en esta vida ha sido conseguir muchas cosas, pero sin disfrutar del proceso entre mi deseo y conseguirlo. Ahora ya no es el caso. Empiezo un proyecto con vista a largo plazo, pero siendo feliz con lo que me encuentro, a veces me gusta más, o me gusta menos, pero sé que es un maestro que viene a darme una pieza clave para sacar de mi la versión que necesito para abrir mi puerta o deseo. Con la versión actual quizás no pueda porque me faltan esas experiencias.
Un sembrador, jardinero o creador (llámalo como quieras), sabe que entre el deseo de querer frutos y su cosecha hay un puente llamado siembra, riego, cuidado de que no vengan plagas y el permiso de dejarlo crecer a su debido tiempo sin dejar de observarlo, podar para mejorar lo que se puede, sostener siempre la fe y tener el compromiso de amarlo de verdad porque te puede sorprender.
No dejes que la planta de tus sueños muera y dale el compromiso que necesita. Hay personas que se la pasarán quejándose toda la vida, por no tener frutos y serán esos mismos, los que no los tengan por haberla dejado morir.
Confía en la vida y mantenla viva, porque todo tiene su lugar, su razón de ser y su tiempo.