Pero sí cómo lo administras. Muchas veces, se culpa al dinero de miles de cosas. Nos limitamos a conformarnos y a no tener más, por miedo a que ocurran sucesos que nos lleven al dolor y al sufrimiento. El dinero en sí no es un problema (es una fortuna), pero sí que lo es, el hecho de saber y aprender a administrarlo bien o mal. Si viera el dinero como dos litros de agua diarios, me replantearía la manera de invertirlo.
Si el dinero fuera agua, ¿lo gastaría en hidratarme, en hidratar a otro, en tirarlo por el desagüe con gastos tontos o en abono para un proyecto futuro que pudiera darme más? Me ha costado muchos años trabajar los conceptos en sí. Amor, salud y dinero como tal, no son un problema pero sí la relación con ello. ¿Te relacionas desde el miedo o desde el amor?
El mes pasado hice un ejercicio, en el que imaginé al dinero como un viejo amigo y me pregunté qué le diría si pudiera hablar de tú a tú. Digamos que salió algo así:
«No quiero tenerte miedo. Quiero tener una buena relación contigo. Soy consciente de que todo debe guardar un equilibrio, tanto al guardar como al gastar, no quiero que vayamos de extremo a extremo, porque si el agua del dinero se estanca, se empantana y le salen bichos, porque no se mueve en posibles sueños, pero si se gasta todo (en malos hábitos), no te permites tener tranquilidad ya que deteriora el amor o la salud. Debe haber una parte de ahorro y la otra de movimiento. Una parte de límites que contenga y guarde y otra de creatividad y confianza en regar algo con posibilidad de crecimiento. Al final tu eres como una relación, quiero darte espacio y confianza para permitirte ser a tu ritmo y sorprenderme, pero a la par, decidir a la carta con límites sanos un SÍ o un NO para movernos e ir a lugares nuevos. Si tú eres como el agua no quiero tirarte por la alcantarilla de hábitos insanos. Intentaré administrarte de una forma óptima. Quiero una buena relación desde el amor y las ganas de evolución y no desde el miedo y la rigidez de no intentar nada ni de crecer. Nuestra relación nada tiene que ver con codicia o interés, al final tu eres como la salud, con la cual también hablé y le dije que quería que me diera instrucciones para seguir sana, pues era de vital importancia para sostener un negocio. Por último, quiero decirte, que para mí como artista, eres una pieza de barro, y en mis manos está darte forma, conocerte y tener claro qué escultura quiero crear, por eso, no puedo rechazarte, porque sin una pieza que modelar, un escultor no saca lo mejor sí mismo. »
Si pudieras hablar con tu dinero. ¿Qué le dirías?