Hay veces que los asuntos pendientes de las personas hacen que no puedas ni conectar con otra ni amarla con toda la plenitud que la otra persona quisiera, o al revés, que no pueden amarte con todo el alma como tu deseas porque siempre hay una barrera. Sin embargo, me siento afortunada de saber que hay tiempos que no se conectan pero que más adelante quizás, sí que pueden darse. Hay relaciones de amigos o de familia que empiezan de cero la relación mucho más adelante y es como redescubrir a alguien que no te imaginabas. El amor llega cuando las tormentas pasan y cuando el sol brilla, en el momento propicio.
A veces, nos pasamos el tiempo esperando y juzgando y echando en cara relaciones que no se daban y es que hay tiempos que por asuntos que nada tienen que ver contigo lo impiden. Por eso es tan importante trabajar el desapego y dejar ir a las personas con sus retos, porque hasta que ciertos rompecabezas no están resueltos, no hay oportunidad para amar y conectar de verdad.
En una era tan llena de distracciones y de asuntos es normal que hayan tantos problemas en las relaciones, con tanta nube, no hay forma de conectar la luz del corazón. Muchas veces, el problema no es la falta de amor sino la falta de conexión con tanto reto de por medio.
¡Trabaja esas nubes!