Hoy quisiera hablarte de la importancia de conectar literalmente con la tierra. El «grounding», es una práctica que se basa en la conexión física con la Tierra para restablecer un equilibrio energético en nuestro cuerpo. Este método de autocuidado es relevante en una era donde se puede ver a leguas que está llena de estrés y de desconexión pura y dura. Al caminar descalzos sobre superficies naturales como césped o arena, no solo disfrutamos de una sensación placentera, sino que además permitimos que nuestro cuerpo se libere de la acumulación de energía negativa que absorbemos diariamente.
Sin embargo, el uso de zapatillas de goma, tan comunes en nuestra rutina, actúa como una barrera que anula esta conexión vital. Estas zapatillas, al estar diseñadas con materiales sintéticos, impiden que nuestros cuerpos absorban los electrones negativos de la Tierra, que son esenciales para neutralizar el exceso de carga positiva que genera el estrés y la ansiedad. De este modo, nos privan de los beneficios terapéuticos que ofrece el contacto directo con la naturaleza. En los últimos años, hay ciertos sectores que se han enfocado en la creación de zapatillas óptimas para canalizar energía y transferir a tierra, pero hay que saber buscar.
Volviendo un poco al tema, caminar descalzo sobre césped o arena tiene múltiples beneficios comprobados como: promueve la reducción de la inflamación, ya que el contacto directo permite que el cuerpo se equilibre y se alivien tensiones acumuladas. Fomenta la reducción de estrés y mejora la calidad del sueño. Además, el gesto de caminar descalzo nos reconecta con nuestra esencia, favoreciendo una sensación de paz y conexión con el entorno.
¡Buen finde!