Valencia siempre tuvo y tendrá su más leal corazón. No hay nada más que ver cómo en estas duras semanas, el pueblo ha salido a las calles a dar lo mejor de sí mismos para ayudar al prójimo. Qué tragedia, qué injusticia y cuánta impotencia… El agua en su mayor intensidad se ha llevado a personas que no han tenido tiempo ni para despedirse por teléfono de sus seres queridos. Ha derribado, hogares que fueron construidos con tanto tiempo y sacrificio y transportes que para algunos es incluso, su medio de trabajo diario… Cuánto dolor, cuánta tristeza y cuánta rabia… Puf…
La unión de esta tierra es innegable y la fuerza que hay, imparable. Sin embargo, nos enfrentamos a un gran duelo por delante. No son semanas nada fáciles para nadie, pero cuidémonos mucho para poder cuidar al otro, porque creo que ya han muerto, demasiados…
Un pueblo grande… no se puede decir otra cosa.
Fechas que serán recordadas para siempre en nuestra historia…
Un gran respeto.