Los racionales llamarán a las grandes sacudidas personales «crisis, problemas o malas rachas», los emocionales quizás, lo conozcan como «crecimiento bambú, cambios o evolución». Para mí es super importante trabajar qué neuro reprogramación lingüística uso conmigo misma por su peso o latigazo. No es lo mismo decir «estoy pasando una crisis o una horrible racha» que «estoy en un momento de crecimiento bambú» asimilando y aceptando con calma lo que forma parte de la existencia: el constante cambio. Siempre estará quien diga: «pero hay cosas que son verdaderamente terribles…» Es verdad, por eso, mis escritos no ayudan a todo el mundo, solo a aquel o aquella que conecte con sus palabras.
La realidad es que somos como plantas… Cada una crece a un ritmo distinto. Por eso hoy, te contaré la historia de Siblu, una semilla que fue plantada hacía ya largo tiempo en un huerto pero no sabía qué era. Sin embargo, disfrutaba del aprendizaje del resto. Ella se pasaba el tiempo observando el lugar, era hermoso. Tenía tantos colores… A veces, se preguntaba por qué el resto crecía y ella no.
Un día, vio como el jardinero removía la tierra y sacaba de unas semillas que parecía que habían crecido poco, patatas.
—¡Ui! ¡Las plantas también crecen hacia abajo! —Se dijo sorprendida. — ¿Yo creceré hacia arriba, hacia abajo o no creceré?
Años más tarde, sin previo aviso, empezó a dolerle todo. Sentía el dolor de cada grieta y la rotura de todo a su alrededor. Se sentía incómoda por todas partes. Crecer dolía y no podía pararlo, era como si un reloj no parara de sonar y no pudiera apagarlo. Había llegado el momento. Ella no era una semilla cualquiera que crecía poco a poco con un dolor más suave, su crecimiento sería de golpe pues no era otra cosa que bambú. Por fin, sabía lo que era. De lo que no era consciente era, de que mientras un limonero sabe que su función es dar limones, un bambú tiene múltiples posibilidades. El jardinero llegado el momento elegiría que misión le daría: ¿Sería madera para una cabaña? ¿Sacaría de sus cañas hilos para hacer ropa? ¿Le darían uso en la medicina alternativa? Quien sabe. No importaba. Siblu ya era feliz sabiendo quién era y cómo era su proceso de crecimiento. Pues cuando una persona comprende que su forma de crecer y de cambiar es así, de golpe, el dolor deja de ser tan mortal y más aceptable.
Si eres bambú, no te preocupes, estarás en calma largo tiempo y de pronto, crecerás metros y metros de altura como si no hubiera un mañana. Si eres como las patatas, tus frutos serán internos. Si eres como las palmeras, tus frutos serán externos. Si eres como las fresas tus frutos se darán más pronto, pero si eres como el aguacate, tus frutos tardarán años en salir a la luz. Simplemente disfruta de la totalidad del huerto, porque aprendes de todo y sé consciente de que en función de tu tipo de semilla, tu manera de crecer será distinta y tus ritmos y tu misión, también.
Formamos parte de una gran naturaleza que desconocemos y nunca debemos olvidarlo