Creo que muchas veces, se confunde el gusto de un pasatiempo con el hecho de tener habilidad o no para ello. Los pasatiempos no son otra cosa que esas actividades para entretenerte y llevar a tu ser a un estado de desconexión. Algo vital y necesario en el ritmo vertiginoso de vida que llevamos. Solo falta cargar la presión del día con la presión de un pasatiempo. ¡Uf!, no por favor.
(Suena el reloj. Desayunas (o no). Te duchas (o no). Vas a trabajar. Vuelves. Si tienes hijos los llevas a sus actividades si no los tienes llegas tarde y cansado/a. Ves la tele o las redes sociales. Te acuestas. Y vuelta a empezar.)
Los momentos de desconexión total son necesarios para la autorregulación emocional y es en ciertas preguntas donde veo algo que falla.
¿por qué pintas si no se te da bien?
¿por qué tocas si no eres músico?
¿por qué coses si se te da mal?
¿por qué nadas si pareces un pato?
¿por qué lees si te cuesta tanto?
Aparte de que lo haces porque te rota, nada tiene que ver con tus capacidades. Cuando eliges un hobby tu vas más allá de ello porque tu enfoque se centra en lo más esencial y básico del ser humano: el placer. No hay nada como elegir de forma consciente hacer algo que sabes que activará tu circuito de recompensa cerebral.
En definitiva, te haces cargo conscientemente de los estímulos que deseas darle a tu propio cuerpo (físico y mental). Da igual que seas habilidoso que no, simplemente si quieres experimentar sensaciones, hazlo.
Cuando era pequeña creo que eso era una de las partes que más me gustaba de jugar. No me centraba en la expectativa de ‘ser hábil o no’ sino en el simple disfrute del momento PRESENTE.
El tiempo por unas horas paraba y el estrés del reloj se disipaba.