A veces, creo que me desean infelicidad. Qué regalos más envenenados. No entiendo ese afán por buscarme pareja en un siglo donde las citas o los perfiles se han vuelto catálogo de Ikea, prefieren verme triste acompañada que feliz sola. Si eso es amor, se lo regalo a otros. Cuando tienes realmente un proyecto de vida o algo que amas de verdad, no tienes tiempo de pensar ni siquiera en el ya llegará, porque solo importa tu pasión del presente. Me divorcié de la posibilidad de quedarme con nadie por conformismo. Los amores con falta de fuelle o a medio gas sin los huevos de asumir un compromiso, no son mi fuerte.
Siempre lo diré que el que sabe lo que quiere, el 99% de las cosas le sobran. Eso y que la gente desea una felicidad muy extraña para mí. Casi que mejor, no me deseéis nada, porque con mi vida actual no necesito tanto y el que necesita tanto es porque no tiene ni pasiones ni propósito de vida.
Una persona sin retos es muy peligrosa, marea a quien tiene al lado o por lo menos, lo intenta. Para eso, hay una fácil solución, echarlo a escobazos de la puerta de casa para que o se busque un oficio o maree a otra. No es fácil ser mujer, te atosigan o te presionan continuamente a conformarte con cualquier cosa, con tal de no verte sola porque ellos/as tengan miedo a la soledad. Me da mucho que pensar eso…